Este fin de semana en el Conjunto Santander se presenta el espectáculo coreográfico, “Lemniskata”, creación del reconocido coreógrafo muxe, antropólogo y activista: Lukas Avendaño. Conversar con él se trata de toda una aventura, es un ARTISTA en toda la extensión de la palabra, una persona sumamente sabia con una gran sensibilidad para exponer sus ideas y hacerte partícipe de ellas.
“Lemniskata” es una coreografía para 14 bailarines hombres y una mujer, que retoma las cosmovisiones y tradiciones del imaginario contemporáneo de México, teniendo como génesis el concepto de “Mujerismos = Muxerismos” revelado por los múltiples símbolos, territorios y danzas del Estado de Jalisco que se enuncian desde lo femenino, destaca la sinopsis.
Lukas abraza los simbolismos de lo cotidiano y los hilvana con los ancestros, con nuestro pasado, para darles una resignificación en nuestro presente empoderando la libertad, la diversidad y la vulnerabilidad. Confiesa que ha desarrollado esta cualidad poniendo en práctica el ejercicio de la atención. “Puedo decir que tengo esta posibilidad de hacer estas asociaciones porque he pasado por un proceso mental, que cuando paso por él, me doy cuenta que esas asociaciones también están en mi fisicalidad, mi corporalidad, mi emocionalidad y mi sentimental. Pero seguramente desde niño tenía ese gen de asociar cosas”.
En lo cotidiano hay maravillas y a veces no nos damos el tiempo de contemplar eso que pasa por nuestros ojos. “Yo creo que los que hemos nacido sin la certeza del celular o del internet, y que pasamos nuestra infancia en ese contacto de lo físico y de la experimentación, de que veías un bichito y querías tocarlo, yo creo que nuestra memoria sensitiva se desarrolló de otra manera porque nos permitió precisamente vivenciar a partir de la experiencia y esto para mí fue fundamental, además de haber nacido en una comunidad cuidando chivas y borregas, teniendo patios que cuando íbamos desnudos a la casa de la abuela los patos nos jalaban el pene y nosotros llorando, porque en el Istmo de Tehuantepec aún hay comunidades donde las infancias a los 7 u 8 años todavía andan desnudos. Yo viví esa infancia, y ahora que lo pienso, pareciera ser que debería ser un conocimiento que debería desecharse, sin embargo, suma a la sensibilidad para lo que ahora quiero hacer”.
Este performance que verá el público en escena también se inspira en las distintas localidades de Jalisco que Lukas visitó, como Mezcala, Amatitán, Teuchitlán, Acatic, Zapotlán y Tonalá, por ejemplo.
Y precisamente con “Lemniskata”, Lukas nos llevará a un universo donde la libertad impera, contrastando con nuestra realidad que a veces está llena de caretas para coexistir y sobrevivir. “Cuando fui a estos municipios (de Jalisco) me conmovió, porque precisamente encuentro mis historias familiares e infantiles. De repente nos centramos en la urbanidad, y mucha gente de Guadalajara seguramente viene de estas localidades y seguramente cuando nos escuche hablar, comenzará a conectar. Mucha gente hasta el día de hoy en muchos de los centros que conforman la gran metrópoli de Guadalajara todavía vive desde estas construcciones de lo comunitario, como la danza y la salida de la virgen”.
En cuanto abordar el concepto de los “mujerismos”, resalta Lukas que cuando llegó a Guadalajara venía con la disposición de dejarse herir por lo que fuera a encontrar. “Venía desprovisto de cualquier juicio de valor, pero la manera en la que se me fueron develando epifanías, estos mujerismos en la cerámica, en las palabras que escuchaba, devenidas de varones, personajes o mujeres con las que nos fuimos encontrando, para mí fue revelador, fue inevitable que la pieza fuera hacia ese relato. Creo que todos lo sabemos, pero no estamos siempre dispuesto a aceptar, que nuestra propia existencia no tendría existencia sin una mujer, tan básico como eso”.
Él como creador de esta escena, destaca que siente una corresponsabilidad, “porque tengo abuelas, tengo madre, tengo hermana, amigas y compañeras… Hay muchas mujeres detrás de este proyecto que es un trabajo colectivo, y porque aventuradamente puedo decir que me conmueven cosas que también a ellas les conmueven, me hieren cosas que también a ellas. Entonces, no puedo hacerlo de otra manera, no puedo vivirlo de otra manera y creo que es un acto de justicia volver los ojos hacia ellas, porque si ellas no están, no hay nada. ¿Qué hacemos entre puros machos? La vida no continúa, creo que es importante volver los ojos hacia esos mujerismos”.
Además, resalta Lukas que le encanta que este homenaje a los “mujerismos” pueda enunciarse desde nuestro Estado en donde el imaginario que tienen los del sur, de donde él viene, es esa imagen del charro, que aunque tiene una connotación cultural y tradicional, también se entrelaza con el machismo. “Yo venía con temor de venir a Guadalajara, porque yo decía, qué relato puedo construir cuando ya existe un relato hegemónico, pero realmente ahora creo que mi temor se ha desvanecido, me siento con mucha confianza y gratitud hacia estas personas que fuimos encontrando en cada uno de estos 7 municipios y que se mostraron con toda la disposición de entregarnos lo que ellos consideran que tienen como más valioso: su danza, sus tradiciones, su cultura, su comida y sobre todo su sentido de pertenencia”.
Pero, qué le dice Lukas a las mentes conservadoras, a propósito de que en este espectáculo se verá la desnudez del cuerpo, su vulnerabilidad desde lo que significa confiar en la libertad. “Esas personas me parece que son mucho más sensibles. A veces los que no lo somos tanto, no nos sorprende nada, pero esas personas que hasta se persignan porque se sorprenden son las que más pronto van a venir”. Y es que hay simbolismos que desde la historia hablan de una libertad que siempre ha estado presente, pero que puede haber estado oprimida por terceros.
“Seguramente sí será una pieza a la que no estamos acostumbrados, los primeros 40 minutos no solo veremos cuerpos desnudos, sino que además se estarán tocando, oliendo y cargando, interactuando desde esa desnudez y masculinidad sin el prejuicio de decir: ‘me está tocando o me está mirando de una manera libidinosa’. Más bien la invitación es encontrarnos y vernos en ese estado de pureza en el que nosotros somos recibidos y festejados en la vida. Estoy seguro que estas personas que se mencionan que son persignadas pueden encontrar en cada uno de esos cuerpos a un Niño Dios (risas)”.
Finalmente sobre los aprendizajes que ha obtenido al desarrollar este proyecto, destaca Lukas que lo ha hecho repensarse. “Antes de llegar a Jalisco ya hablaba de la ‘muxeidad’ y ahora hablo de los ‘muxerismos’, pareciera simple, pero me parece que hay un cambio cuántico, porque la muxeidad existe en su mismidad, pero cuando digo ‘muxerismos’ conlleva que las mujeres también están presentes. El segundo cambio que hay en mí está en la palabra ‘sentimentar’ que viene de sentimiento pero de cimentar también, porque creo que uno generalmente se edifica a partir del sentimiento, todos los puntos donde se construyen asentamientos, se dan a partir de esa relación con el ‘sentimentar’ que generalmente tiene que ver con una vocación sagrada: el agua, una cueva, una montaña, el santo o la virgen”. Destaca que estos “sentimentares” le llegaron a partir de dejarse afectar por todo lo que fue encontrando en estos municipios de Jalisco.
