El fin de semana pasado se estrenó en la cartelera nacional la cinta mexicana “Los trapos sucios se lavan en casa”, una comedia protagonizada por Giovanna Zacarías, Amorita Rasgado, Arath de la Torre y Lisset, entre otros actores. Este proyecto dirigido por Diego Muñoz, es un remake de la película panameña del 2009, “Chance. Secuestro a domicilio”.
A través de la farsa, el filme busca hablar del clasismo, la doble moral, la corrupción y otras problemáticas sociales que siguen siendo tan actuales en nuestro México de contrastes, sin embargo, la misma cinta cae en los mismos prejuicios y estereotipos que intenta señalar.
Sin embargo, la película sí tiene momentos divertidos y en ciertas ocasiones intenta tener un discurso asertivo con lo que se quiere mostrar. Para que hubiera sido efectiva, los realizadores tuvieron que acercarse con personal adecuado en el conocimiento y desarrollo de estas temáticas, y si lo hicieron, entonces lo llevaron erróneamente al guion.
Conversamos con Amorita y Giovanna, quienes nos contaron más sobre este proyecto fílmico que cuenta la historia del candidato “Ruiz Palacios” (Arath) y su familia, quienes se alistan para pasar las fiestas patrias en un viaje de fin de semana a Las Vegas, pero sus empleadas domésticas (Giovanna y Amorita), cansadas de los malos tratos, el incumplimiento de pagos y la continua falta de respeto, deciden tomar medidas drásticas para recibir el pago justo por su trabajo y cambiar, de una vez por todas, su destino.
“Es una historia que está muy presente en nosotros, que habla acerca del racismo y del clasismo, que hoy en día esto está tan marcado en México, que son temas importantísimos de abordar, y si no fuera a través de la comedia, no sé qué sería; creo que la mejor combinación es hablar de algo que nos incumbe a todos los mexicanos y las mexicanas a partir de la comedia”, expresa Amorita.
En las injusticias de la vida real, generalmente uno se queda con el resentimiento y la impotencia guardados, pero en esta trama, “Toñita” a quien interpreta Amorita y “Lupita”, encarnada por “Giovanna”, tienen la oportunidad de vengarse de la opresión que ejercen sobre ellas sus empleadores. “Si no fuera por nuestro trabajo como actores, sería muy difícil explorar esas emociones, que justo estas dos mujeres las viven al verse rodeadas de algo que las lastima, las humilla y las trasgrede siempre”, señala Amorita, enfatizando sobre todo que se trata de personas buenas en una situación difícil.
Por su parte, destaca Giovanna que esta historia refleja la situación de toda Latinoamérica. “Es una película que es actual en el país en el que se hizo (Panamá), pero también es súper actual en México. Allá fue un éxito esa película porque devela la doble moral de la clase política, y otra vez este rollo que de los que menos quieren es de los que más abusan, o que los que más tienen son los que menos dan”.
Acota que muchas personas se podrían identificar con esta película y con los personajes, más ahora que llegan las elecciones, “porque dices, y ahora, ¿por quién voy a votar? Yo no sé, porque no me gusta nadie, nadie merece mi voto. Entonces, estamos en una disyuntiva, y estas dos muchachas tratan de ser buena onda con el político con el que viven, que en los medios parece ser un tipazo, pero dentro de su casa es un asco”.
HABLANDO DE RACISMO
Justo en redes sociales hay un movimiento importante de actores que están alzando la voz contra el racismo, porque en medios de comunicación y entretenimiento se discrimina a quienes son morenos, encasillándolos en personajes de aspiraciones menores y poniendo a los de tez blanca como aspiracionales, un fenómeno que ha venido ocurriendo de manera generacional.
“Yo sufro racismo en la industria del entretenimiento desde que entré. Siempre soñé con hacer cine, que es en el lugar donde me he podido desarrollar más como actriz, porque ahí sí se necesitan actrices más acercadas a la realidad de las historias mexicanas, pero en la industria de la televisión, por ejemplo, yo no entraba porque entonces ellos querían ponerme inmediatamente de la empleada doméstica”.
Comparte que la diferencia entre ahora y hoy, “es que no me hago publicidad de la tragedia que me pasaba antes. Está perfecto que se hable de esto, pero lo han agarrado como un rollo de publicidad enorme, por supuesto que hay una injusticia, pero ésta la hemos recibido muchos actores antes que estos y no nos hemos quejado de nada, hemos seguido”, reitera Giovanna, “si enumerara la lista de actores que hemos sufrido discriminación racial, la lista es interminable, qué bueno que ellos se quejen, lo veo muy bien, por lo menos ya alguien se queja y dice lo que pasaba, pero es una práctica de toda la vida”.