“Madre solo hay dos”, un dramedy con poderío femenino

La nueva serie de Netflix, “Madre solo hay dos” es una trama muy disfrutable con varios aciertos que resultan ser muy atractivos, por ejemplo, su espíritu femenino y feminista más el talento natural de Paulina Goto en conjunción con el temple de Ludwika Paleta. No sé porque me da la impresión de que la actriz se parece mucho a su personaje “Ana”, ¿no les pasa?

En este dramedy, “Ana” (Ludwika), una empresaria exitosa, controladora y aprehensiva que tiene que convivir con “Mariana” (Paulina), una chica despreocupada que está buscando su lugar en el mundo. ¿Y por qué tienen que relacionarse ambas? Pues es que una enfermera intercambió a sus hijas al nacer y como las dos ya se han encariñado con las bebés, deciden que tienen que vivir en el mismo techo, por lo menos hasta que termine la etapa de amamantarlas.

La serie es para disfrutarse, no tiene la pretensión de buscar la fórmula innovadora de hacer comedia en México, pero sí parte de que hay que construir una trama cuyo humor provenga de una realidad que nos identifique, y ahí está la diferencia del por qué resulta tan entrañable. “Ana” es madre de tres hijos y está aprendiendo a que tiene que soltar un poco, que ser perfecta es exhausto, por otro lado “Mariana” está adentrándose a la vida adulta entiendo su pasado disfuncional, como nos sucede a la mayoría.

La maternidad es un tema tan interesante y tan vasto que el que una serie como esta lo desarrolle desde la comedia, me parece maravilloso, ¡bravo por la guionista, Carolina Rivera! Porque desde una perspectiva ligera, podemos ver que las madres no son santas como nos lo han hecho creer y es que ellas tampoco pretenden serlo, son seres humanos como tú y como yo que cometen errores, que tienen sueños y metas por cumplir. Y es que parece que una vez que las mujeres se convierten en madres, ya no tienen derecho a equivocarse, de verdad que tenemos mucho que aprenderles a las mujeres.

Por otro lado, el espíritu feminista de la historia está presente en pequeños detalles que hacen la diferencia: desde los diálogos, las intenciones y la construcción de las situaciones que se suceden en la trama, pero sobre todo cómo es que los personajes como “Ana”, “Mariana”, “Tere” (Liz Gallardo), “Elena” (Oka Giner) y “Ceci” (Dalexa), viven su vida, toman sus decisiones y expresan sus opiniones y sentires con total libertad.

La serie además va en escalada, comienza siendo una trama bastante ligera y divertida hasta llegar al melodrama, pero del bueno, del que es realista y contundente donde se toca el tema de la infidelidad desde el punto donde no hay ni buenos ni malos, y también donde podemos ver que se habla de diversidad sexual de una manera más natural, sin el estereotipo de por medio, eso se agradece mucho. Yo ya espero la nueva temporada, el final de la primera entrega nos dio drama a manos llenas.

mm
Kike Esparza

Soy un periodista apasionado del cine, la música y la moda. Tengo una obsesión por contar las horas y estornudar una y otra vez cuando tengo que tomar una decisión. Quiero ser como Carrie Bradshaw.

RosaDistrito

En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

Encuéntranos en redes sociales.