La escritora y psicóloga argentina, Mariela Giménez, acaba de estrenar su novela #UnaLucrecia, editada por Vera Romántica, la autora desarrolla una historia donde la intriga cobra protagonismo, sin embargo, la trama se envuelve en un contexto de violencia de género. En entrevista para Rosa Distrito, habla sobre el proceso de creación de esta obra que ya se encuentra en librerías y tiendas digitales.
“Estoy muy feliz de que Vera haya decidido publicar esta novela, tiene un contenido muy fuerte y sobre todo muy actual: la violencia de género… la violencia machista, que es una realidad que nos agobia a todos en mayor o menos medida, sobre todo en Argentina, yo soy de ahí y puedo hablar de lo que sucede en mi país, y de algún modo me parece una buena contribución que desde la novela romántica se plantee la posibilidad de pensar sobres estos temas que son fuertes. De alguna manera el romance nos permite contar otras historias que también nos interesan”.
Entonces, esta novela además de ser un vínculo para el entretenimiento, también generará en quien la lea, una reflexión importante. “La novela tiene en mi país dos meses de ser publicada y ya comienzo a recibir el ida y vuelta con los lectores. Y sucede que muchas se sienten identificadas y también identificados porque recibo mensajes de varones que se interesan por esta temática y que también quieren hacer una contribución. Lo que termina sucediendo es que todos nos sentimos involucrados”.
Cuenta además que la novela se llama #UnaLucrecia porque tiene una mirada muy intimista, porque su intención era justamente poder adentrarse en el pensamiento, la emoción y las vivencias de una mujer que atraviesa una situación de violencia. “Siempre desde un lugar de mucho respeto porque este es un tema muy complicado y nunca fue mi intención que esta novela fuera un manual de violencia de género, ni que fuera la voz de todas. Es la voz de una mujer con la que otras mujeres también pueden sentirse identificadas y desde ese lugar es donde hace una contribución”.
Sobre el proceso de construcción de la novela, cuenta la autora que fue a partir de una experiencia de la que fue testigo. “Soy mujer y vivo en esta época, así que es imposible que esta temática me pase de costado, además tengo una hija, lo cual hace que mi compromiso con todo esto sea todavía mayor. La semilla de esta historia comenzó hace mucho tiempo, soy psicóloga además de escritora y apenas me había recibido de mi carrera”.
Mariela estaba haciendo una práctica en un hospital de Córdoba en Argentina. “Y vi una situación de violencia en la calle, yo iba caminando hacia la parada del colectivo que tenía que tomar para mi trabajo y en la esquina opuesta veo que un hombre estaba sacudiendo a una mujer, ella sostenía un cochecito en sus brazos para que su niño no se cayera y la realidad es que en ese momento me paralicé, no supe qué hacer, baje la cabeza y seguí de largo, esa es la realidad”.
Sin embargo, señala Mariela que nunca se olvidó de eso que vio y de esa mujer que pasó por esa experiencia, “siempre deseando que haya tenido un buen destino”. Y mucho tiempo después, decidió escribir esta novela y compartirla en un principio en un blog, “creo que de alguna manera fue mi modo de cruzar la calle, de comprometerme y de pedir perdón por no haber sabido qué hacer en ese momento. Lo que quería con esto es que nunca más nos paralicemos, que siempre veamos lo que tengamos alrededor y poder hacer ese cruce de calle y ese llamado de atención importante”.
Finalmente, confiesa Mariela que la novela está escrita en primera persona y para ella como autora conllevó un compromiso profesional distinto porque había que ponerse en la piel de esta mujer sin haber vivido una situación de violencia. “La otra trama que atraviesa la historia es un robo, se termina descubriendo toda una trama de corrupción y poder que se suma a la violencia que sufre esta mujer y cómo ella encuentra en estas circunstancias la posibilidad de salvarse”.
