En 2013 ocurrió uno de los atentados más escalofriantes para Estados Unidos, el bombardeo en el Maratón de Boston, una noticia que le dio la vuelta al mundo. Cada vez –tristemente– es una constante enterarnos de que este tipo de sucesos se dan a manos de psicópatas o de organizaciones radicales capaces de atentar contra la vida de otros seres humanos.
Uno de los afectados tras este atentado fue Jeff Bauman, un joven que estuvo en la línea de meta esperando en ese momento a su ex novia justo cuando ocurrieron los estallidos, a causa de esto perdió sus piernas. Jeff tras el hecho fatídico se convirtió en un símbolo de esperanza para Boston y la Unión Americana. Y es ahora que el cine le brinda un homenaje a su historia de vida con la cinta “Más fuerte que el destino” cuyo título en inglés es “Stronger”.
La película es dirigida por David Gordon Green y es escrita por John Pollono, basada en el libro del mismo nombre (“Stronger”) de Jeff Bauman y Bret Witter. En el rol principal está Jake Gyllenhaal como Bauman; Tatiana Maslany como “Erin”, la pareja de este joven, ella fue su lazo más fuerte para enfrentar su realidad. Además, también está la participación de los histriones Miranda Richardson, Clancy Brown y Lenny Clarke.
Tras el atentado y después de recuperar la conciencia en el hospital, Jeff fue capaz de ayudar a la policía a identificar a uno de los atacantes. La historia de vida de este hombre tiene todo el mérito de ser llevada a la pantalla, sin embargo, creo que faltó un guion más incisivo y una dirección más enfocada hacía las frustraciones de los personajes, pareciera que las emociones no están del todo definidas y no logra tener ese peso reflexivo que uno como espectador quisiera llevarse a casa al ver la cinta.
El reparto es muy sólido, al menos Jake ha estado en grandes dramones del Séptimo Arte y aunque se percibe su gran trabajo actoral, la pieza fílmica queda en un sentimiento de tibieza. Miranda y Tatiana tiene un par de escenas muy buenas, sin embargo, también es que la película se vuelve un tanto lenta pese a que no dura ni la hora con 30 minutos. No es una mala cinta, pero tampoco será recordada como un largometraje memorable. Habrá que leer el libro.
Fotografía, cortesía de Corazón Films