El pasado 2 de noviembre emprendí un viaje que nunca imaginé, no lo tenía proyectado como una meta, ni nada por el estilo, pero, sí que estoy seguro que estaba marcado en mi destino porque todo se acomodó de tal manera que me tenía que tocar conocer un pedacito de Medio Oriente.
Como trabajo como reportero para El Informador, surgió la invitación de cubrir la edición 41 de la Feria Internacional del Libro de Sharjah en Emiratos Árabes, y emprendí la gran aventura. Tomé un vuelo de 20 horas de CDMX a Dubái con una escala en Barcelona. Volé por la aerolínea Emirates en clase económica y debo confesar que las atenciones de las y los sobrecargos es maravillosa, además, la comida del avión es deliciosa, nunca tienes hambre mientras estás en el aire, porque la atención es de primera.
Pero sí que es muy agotador volar por tantas horas, de ida no sentí tanto el cansancio como de regreso a casa, donde prácticamente todo el vuelo hubo Sol, así que el jet lag pega con ganas.
Llegué el viernes 4 de noviembre a la medianoche al aeropuerto de Dubái y de inmediato, muy cálidamente personal que labora ahí me llevó a tomar mi taxi rumbo al Novotel, la sede de los reporteros para cubrir la feria.
Aquí les cuento cómo me fue en la cobertura:
El sábado 5 inicié el primer recorrido, la visita era el Centro Arqueológico de Mleiha, el cual está a unos 40 minutos del centro de Sharjah, la ciudad más cultural y conservadora de los Emiratos Árabes. Previamente debo confesar que me quedé fascinado con la arquitectura tan moderna de la ciudad y que además como la gran metrópoli que es, está en constante crecimiento con nuevos edificios por construir, la ciudad tiene un olor muy característico, entre esencias florales y frutales, pero también huele a costa, pues está situada en el Golfo Pérsico.
Bueno, en el Centro Arqueológico de Mleiha nos estaba esperando un guía de turistas que nos recibió muy atento al grupo de reporteros mexicanos que fuimos, nos habló de los ancestros, la cultura y las tradiciones de la zona, pero lo más divertido sin duda fue visitar el desierto de esta área, de un color rojizo hermoso, cual si fuera escenografía de una película de “Star Wars” o si de verdad se estuviera en el planeta Marte. Además, por primera vez me subí a un camello y tuve una cena a la luz de la Luna, viviendo mi fantasía al estilo “Sex and the city”.
Luego, el lunes 6 de noviembre, fui a recorrer la ciudad Khor Fakkan en la región de Sharjah. Una zona rocosa como si estuvieras en la era de los dinosaurios. En este lugar en medio de la nada crece esta urbe entre el mar y el desierto, un lugar de lujo y opulencia en pleno desarrollo que es impresionante.
Después, el martes, fui a recorrer los sokos (mercados) de Dubai con unos amigos españoles, a los cuales conocí en el viaje a Khor Fakkan. Son un amor de persona María, Antonia e Ignacio, me ayudaron con el idioma siendo muy cálidos. Los tres me llevaron a conocer estos sokos en Dubái y tal cual como se ve en las películas, es. Los hombres comerciantes son guapos y encantadores (la mayoría) así que buscarán embaucarte para que les compres, son muy coquetos y vas a pensar que les gustaste pero solo quieren que les compres mercancía. Pero todos son amables.
Cuando me preguntaban de dónde era, y les decía que de México, decían: “Ahhhh Chicharito” y también expresiones como “Bueno, bonito y barato”. De hecho un comerciante muy guapo me tomó de la mano y me llevó a su establecimiento, Antonia tuvo que ayudarme porque hasta me quería vender viagra.
También otro vendedor nos llevó a un edificio donde se rentan oficinas donde en ellas hay mercancía de imitación y es curioso que se tiene que llevar a cabo el ritual del regateo, es parte de la venta, sino, no hay chiste para comprar, pero María es una experta en ello, sabe cómo trabajar a los vendedores.
Pero todo lo bello acaba y yo me despedí de los lugares turísticos un jueves, porque mi vuelo a México era el viernes, y tenía que seguir trabajando en la Feria del Libro de Sharjah, no sin antes recorrer el malecón de la ciudad, el cual es hermoso. Ojalá no sea la única vez que esté por Emiratos Árabes.