¿Ustedes ya hicieron su reto #10YearsChallenge? No, no es que yo ya lo haya hecho y tampoco es que hago todo lo que se pone de moda en las redes sociales, pero no voy a negar que sí me he divertido con algunas de las fotos que han compartido, pero más me divierte voltear atrás y encontrarme frente a frente con mi transición durante esta década. Y es que fue justo el año 2009 cuando comenzó toda mi transformación para ser quien ahora soy.
Hace diez años yo era toda una damita sin obligaciones, viajera y desentendida de responsabilidad alguna, las desveladas me hacían los mandados porque podría dormir todo el día siguiente; un taco o 20 tacos no modificaban en absoluto mi organismo, aguantaba los tacones de 15 centímetros toda la noche y parte de la mañana siguiente; las navidades no me causaban ningún estrés porque todavía no me convertía en Santa Claus y tampoco tenía que elegir en dónde pasaríamos la Noche Buena; era una soltera veinteañera con muchas metas y sueños pero sin algún plan.
Y al pasar una década, esta transformación no ha sido sutil, de poco a mucho, o mejor dicho a muchísimo, hoy soy toda una señora de la casa, esposa y madre de dos hijos, durante este trayecto he tenido que despedir a dos seres muy amados que extraño bastante, pero que su recuerdo me inspira a ser una mejor persona y eso es justo lo que rescato orgullosa de estos 10 años, a personas valiosas y verdaderamente importantes para mí, seres que nos hemos elegido mutuamente para ser familia y sumar a nuestra vida, la familia que son grandes amigos y amigos que son la familia que elegimos.
Es bueno mirar hacia atrás de vez en cuando, pero solo para hacer un “check list” de los errores que no queremos repetir, para darnos cuenta de las metas y los sueños a los que no le hemos puesto la palomita de realizados y para impulsarnos con la fuerza de la experiencia y la gratitud porque de nada serviría tratar de avanzar cargando el rencor, la queja y el conformismo.
De nada serviría ver nuestras fotos de hace 10 años y ver que hemos mejorado físicamente si no hemos logrado ser más humanos, más sabios y empáticos, de nada serviría haber madurado y haber logrado independencia, éxito en nuestro trabajo, fortuna en lo que hayamos emprendido si nos volvimos mezquinos y miserables. Y es que considero que la frase que dice que “las personas nunca cambian” no tiene nada de cierto porque todos cambiamos algunos mejoramos otros no, pero estamos en constante cambio.
Me siento afortunada porque sé que he elegido bien, que estoy rodeada solo de gente que aprecio y me aprecia, que aunque no siempre se esté en común acuerdo podemos disfrutar de nuestra compañía y eso es parte de crecer de cambiar y ser mejor.
Este #10YearsChallenge me resulta mucho más interesante, nuestra transformación interna, lo mucho que hemos florecido, el tiempo que invertimos en cultivarnos, lo que estamos dispuestos a aportar para en conjunto formar mejores seres humanos.