La comida asiática es vasta y amplia, tiene una singularidad en sus sabores, mismos que cada país le otorga. Una de las cocinas más populares, al menos en México, es la japonesa y en Guadalajara está la deliciosa propuesta de Momotabi, que está en Avenida México 2069 –segundo piso–, en la colonia Ladrón de Guevara y la experiencia fue por demás única, empezando por el trato de quienes trabajan ahí, te hacen sentir como en casa.
Para entrar necesitas una contraseña, que se te da cuando haces una reservación, es interesante el preámbulo, pues pareciera que eres parte de un momento mágico salido de un anime. Quien nos recibió fue Paola Robles, socia del restaurante, su hermano Diego es la mente detrás de este proyecto, que el próximo mes de diciembre cumple dos años, en primera instancia el concepto era de postres, ahora ya hay un menú riquísimo. Digámoslo así, el segundo piso es un restaurante, mientras que en la planta baja se concentran los postres.
“Todo empezó por Diego, mi hermano, quien es un amante Japón, él se va a unos meses a vivir allá y regresa –le encantan los helados y todo lo que sea comida–. Entonces, se le ocurrió abrir Momotabi. La esencia en la parte de abajo es que todo fuera artesanal, que se sintiera como un pedacito de Japón, pues allá te enganchas mucho en lugares chiquitos y la gente sabe que en esos lugares se come bien”, recuerda Paola.
Ahora Diego va cada seis meses a Japón y ya muchas cosas se hacen aquí. Sin embargo, hay insumos como el matcha que viene de esta región asiática, yo lo probé frío con lichi y créanme que está delicioso, súper fresco y con un sabor muy singular, también hay otras bebidas como la limonada con jengibre que también deben pedir. En cuanto a los postres, cada semana encontrarás un sabor distinto, el helado en rollo ya es toda una tradición en Momotabi, además los toppinsg son espectaculares.
El segundo piso ofrece un espacio muy íntimo, para platicar muy a gusto, toda la atmósfera tiene el encanto de Japón. “Aquí la idea es que te puedas encontrar las cosas clásicas que comerías en Japón”, reitera Paola. Por ejemplo, yo comí un “Ebi Fry Curry” de camarón y el contraste de sabores y textura es muy peculiar, muy ligero para el paladar a diferencia de otras cocinas orientales.
También probamos el “Nikuman”, el cual es un panecito al vapor relleno de barbacoa china o curry vegetariano, se acompaña con unas salsitas de toque dulce y es una explosión en el paladar, sobre todo amé el de barbacoa. Los dumplings en forma de flor rellenos de carne de res también son un must en Momotabi.
Recuerda Paola que los comensales que han estado en Japón y que luego vienen a probar el curry a Momotabi, le recuerdan siempre que el sabor es el mismo de allá. “Porque este curry es japonés, es más dulce, no como el hindú, que sí es condimentado, éste no lo es tanto”. El menú va cambiando cada seis meses, también el de los postres, así que siempre habrá sorpresas.
