Pocas veces me sucede que una cinta me impacte tanto, que me deje pensando, que le pueda sacar varias lecturas… me acaba de pasar con “No me ames”, que actualmente está en Sala de Arte de Cinépolis.
La película griega, dirigida por Alexandros Avranas, ofrece una estética impecable en sus planos y secuencias, todos muy pulcros en contraste con la crudeza de sus escenas. Es un filme que le resultará incomodo de ver al espectador, pero es que ahí radica su gran cualidad.
El cine también vulnera, te pone los pelos de punta, te confunde, te enerva, te causa impotencia y esta cinta protagonizada por Eleni Roussinou y Christos Loulis, lo hace con gran maestría.
Bajo la leyenda de “inspirada en hechos reales”, el guion de Alexandros Avranas y Kostas Peroulis nos ofrece una trama que va teniendo giros de tuerca a lo largo de su desarrollo, cuando crees que va para un sentido, te cambia por completo la perspectiva, te mantiene en un suspenso tal que te obliga a digerir lo que va sucediendo si es que quieres enterarte de cuál será el desenlace.
Aquí los personajes no tienen nombre. “Él” y “Ella” son una pareja atractiva que parecen vivir en solvencia económica, están buscando tener un hijo y contratan una madre de alquiler, la llevan a vivir a su casa y de repente la cercanía entre “Él” y la joven comienza a agobiar a “Ella”, o eso es lo que creemos. Ocurre un accidente automovilístico donde parece que “Ella” murió calcinada, pero en realidad ha fingido su muerte con la ayuda de “Él”. Un vecino incómodo aparece para obstruir los planes que la pareja tiene en mente.
Entre las lecturas que yo destaco en este filme es el juego del poder, que va más allá del dinero y del lujo, sino que resulta un elemento atractivo y perverso para el que tiene el control de otra persona.
El poder corrompe, pero también es placentero y aquí veremos como el que tiene la sartén por el mango es capaz de humillar, minimizar y lastimar al otro sin ningún remordimiento. Ahí también se abre el debate de la misoginia, la misantropía y el machismo.
“Ella” se ve engañada, ultrajada y maniatada tanto por su vecino como su esposo, resulta estresante como el director no nos da un respiro al ver cómo la sobajan hasta lo más inhumano. Y es que en la actualidad las mujeres en general está exigiendo y progresando en sus derechos, de ahí el choque de emociones que tenemos con el filme.
En esta película, aun así, no hay ni buenos ni malos, todos están buscando su propia conveniencia, pero al menos “Ella” es la que está perdiendo todo. Qué gran actriz es Eleni Roussinou, en realidad todos, pero es que con su personaje los espectadores generamos empatía.
Otro elemento que me resulta muy interesante es la contención en todos los personajes, todos están consternados, sufriendo o viviendo el placer, pero están contenidas las emociones y eso para un actor es todo un reto, ahí es donde demuestra con pericia su talento. De verdad que deben ir al cine a ver esta película, vale mucho la pena.