Las historias de True Crime son muy consumidas por el público. Y en nuestro país se han suscitado casos muy comentados en la opinión pública que han sido llevados a la pantalla, ya sea como ficciones o documentales. Y recientemente en Netflix se puede ver el largometraje “La Dama del Silencio. El Caso de la Mataviejitas” sobre el caso de Juana Barraza Samperio.
María José Cuevas es la directora de este proyecto documental, mientras que Laura Woldenberg es la productora ejecutiva e Ivonne Gutiérrez está en la producción en general. Este filme liderado por mujeres, les da voz a los familiares de las víctimas y reúne los testimonios de las autoridades involucradas en ese momento.
La narrativa del documental es muy interesante, porque aunque sabemos quién es la asesina serial, nos envuelve a los espectadores en una estela de suspenso donde se van atando cabos y las pistas las podemos reconocer. Además, los protagonistas tienen un enfoque de personajes salidos de las historias de Agatha Christie, incluso hay un humor negro muy peculiar que sobresale todo el tiempo, el cual además, resalta la impunidad, la corrupción y demás repercusiones colaterales que se dieron durante este caso.
Según explica la sinopsis, en la década de los 2000, en el entonces llamado Distrito Federal, se suscitan una serie de asesinatos que ponen en jaque a la policía capitalina: ancianas estranguladas en su propio hogar. El perfil de las víctimas provoca una indignación social y una atención mediática nunca antes vistas.
La Procuraduría vuelca todos sus recursos y esfuerzos en lograr capturar al primer asesino serial de la historia de México. Los testigos lo definen como una persona alta, robusta y fuerte que se hace pasar por enfermera para ganarse la confianza de sus víctimas. Tras más de cuarenta homicidios, varias detenciones fallidas y múltiples contradicciones, una mujer es detenida en enero de 2006 a plena luz del día, mientras huía de la escena del crimen. Su nombre, Juana Barraza, conocida en la lucha libre como “La Dama del Silencio” y bautizada en los medios como “La Mataviejitas”. Apodo que ya forma parte de la historia negra de México y de su incomparable cultura popular.
En esta historia, también se retrata el tratamiento que le dan los medios de comunicación al caso, cómo las personas allegadas a Juana Barraza no se inmutan ante el horror, porque ellas no la conocieron desde su faceta de asesina, sino de amiga. Y también se ponen de relieve los casos de chivos expiatorios como el de Araceli Vázquez, quien lleva 19 años en prisión sin que la justicia vuelva a revisar su caso. También se puede ver las medidas poco ortodoxas que emplearon las autoridades ante la presión de la sociedad por dar con el paradero de Juana Barraza. Y minuciosamente se explica cómo las mujeres son juzgadas cuando cometen un delito a diferencia de los hombres.