La actriz mexicana Blanca Guerra, quien la noche del viernes en el Auditorio Telmex fue homenajeada con el Mayahuel de Plata por su trayectoria por parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) en su edición 34, durante su discurso envió un mensaje de sororidad aprovechando el contexto del Día Internacional de la Mujer y nosotros caímos rendidos a sus pies, por la convicción, el arrojo y la emotividad con la que se manifestó.
“Las mujeres hemos avanzado, ejercemos nuestra sexualidad con libertad, hemos puesto en el centro muchas de nuestras exigencias y reivindicaciones, pero falta mucho por lograr; la plena igualdad en el mundo del trabajo, combatir la violencia de género, hacer entender que nuestro cuerpo es de nosotras y de nadie más, romper con estereotipos paralizantes y discriminatorios. En el Día Internacional de la Mujer, hay que reconocer los avances, pero no darnos por satisfechas, hay mucho por hacer. Sí a las estancias infantiles, si a la casas de refugio para las mujeres maltratadas, castigo a los victimarios de los feminicidios. ¡Ni una más!”
Previo a recibir su galardón, Blanca dijo sentir mucha emoción de ser reconocida con la distinción que le otorga el FICG. “Estoy muy agradecida con el festival por haberme tomado en cuenta para este reconocimiento, la verdad lo agradezco infinito, porque es reafirmar lo que yo he hecho todos estos años (de carrera) que son 43 ya, ha sido para mí un gozo, un disfrute, ha habido de todo por supuesto, pero hasta los fracasos han sido un agradecimiento porque esos también te llevan a crecer”.
El FICG destaca que Blanca Guerra, oriunda de la Ciudad de México, inició sus estudios de odontología, pero tras darse cuenta que su verdadera vocación es el teatro y la actuación abandona la licenciatura y se une al Centro Universitario de Teatro en la UNAM. En 1979 debuta como actriz en obras de teatro, convirtiéndose en una de las más reconocidas actrices mexicanas.
“Mi pasión por el teatro en esos tiempos formativos era muy grande, lo único que me interesaba era estar en escena a lo largo de mi vida, creíamos incluso, porque flotaba en el ambiente de aquellos años, que podríamos cambiar el mundo a través del teatro. Quizás así son todos los jóvenes a través del tiempo, ambiciosos y arrogantes. Lo cierto es que el cine no estaba en mis planes, sin embargo, gracias al teatro, el cine llegó a mi vida”.
A pesar de tener una extensa carrera en televisión, fue con la película “Loca de los milagros” (1975) con la cual no sólo dio inicio a su carrera cinematográfica, sino se consagró su fama artística. Ha estado nominada al Premio Ariel a la Mejor Actriz por “Un embrujo” (1998), “Principio y fin” (1993), “Días difíciles” (1987), “El imperio de la fortuna” (1986), dirigida por Arturo Ripstein y basada en un cuento de Juan Rulfo, que le da su primer Ariel.
Fue pareja protagónica de Vicente Fernández en las películas de “El Charro de Huentitán”, ha estado en filmes extranjeros y diversas telenovelas. Así también fue directora de de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).Toda una estrella de la industria del entretenimiento.