Sí, Dwayne Johnson no hace películas para que el cerebro genere raciocinio, su lugar en la industria fílmica es hacer cine de acción donde haya destrucción, humor y buenas madrizas, y claro que cumple con el cometido. Sin embargo, hay que reconocer también que las últimas películas que ha hecho han sido muy malas de malolandia, por ejemplo “Baywatch” o “Jumanji: en la selva”, que a esta última película le fue muy bien en cartelera.
Ahora en “Devastación” (“Rampage”) no es la excepción, es una película que de tan mala que es, te entretiene y te divierte.Sí, es para pasar un buen rato y ya, son tantas cosas inverosímiles las que surgen al mismo tiempo que no te queda de otra más que esperar a ver en qué terminan. Es una cinta de acción con monstruos basada en un videojuego, pero que también maneje un humor muy tonto, con villanos salidos de una telenovela que no aportan nada en lo absoluto y que solo son el pretexto para entender del por qué se desarrollar una pelea catastrófica en Chicago.
La premisa es que una empresa desarrolló un experimento para modificar a las especies y hacerlas más fuertes y letales. Las pruebas se hicieron en el espacio, pero todo salió de control que hay una explosión y dicho material cae por accidente a la Tierra. Entonces, un gorila, un cocodrilo y un lobo, se verán genéticamente afectados, creciendo sus extremidades a nivel de monstruos y destruyendo todo a su paso.
Ahí entra “Davis Okoye” (Johnson) que tiene una relación especial con el gorila, y que buscará la manera de acabar con la devastación ocasionada por los hermanos “Claire” y “Brett Wyden” (Malin Akerman y Jake Lacy). También participan Jeffrey Dean Morgan y Naomie Harris, quienes de alguna manera con sus actuaciones levantan un guion carente de interés y de sustento que solo justifica los madrazos en pantalla.
“Rampage” es una mescolanza de referentes de grandes blockbusters del cine de Hollywood como King Kong, Godzila, los Power Rangers y demás personajes populares, pero con efectos especiales medianos, un humor extraño, pero eso sí, con mucho carisma, porque hay algo que nadie le puede refutar a Dwayne Johnson, el ángel que tiene en escena, porque por más mala que sea su película, él es una figura taquillera que se echó el público a la bolsa.