Conocemos a Letal por ser juez de las dos primeras temporadas de “La más draga” –reality show web de drag queens mexicanas–. Sin embargo, este personaje gótico, seductor y apasionado, ya tiene su historia en el arte del porno como creadora y gestora de contenidos que se desarrollan a partir del hedonismo, la moda y los fetiches.
Hace unas semanas conversamos con Letal acerca de su proyecto “Retorciendo amor”, el cual presentó en la Cineteca FICG por invitación de Premio Maguey a través de nuestro amigo Pavel Cortés, director de dicha plataforma.
“Me siento muy feliz y agradecida de que Premio Maguey haya confiado en mí para poder venir a Guadalajara. ‘Retorciendo amor’, mi proyecto, se basa en personajes que nosotros creamos a través de nuestra sexualidad, de nuestra proyección, de lo que queremos hacer y de lo que no, pero sobre todo de lo prohibido, eso me gusta mucho a mí y es lo que yo estoy diseñando con mi porno”, explica.
“Retorciendo amor” se desarrolló desde hace cinco años, ella estudió Artes Plásticas y encontró en los cuerpos musculosos de los hombres el vínculo para experimentar en el porno con accesorios y elementos femeninos que suavizaban esas estructuras óseas y toscas de los caballeros al contraerse antes y después de la eyaculación.
Letal comparte que para llegar a este punto, como directora creativa de cortos fashionistas y pornográficos, se remite a su infancia cuando descubre “Kika” de Pedro Almodóvar y el universo de Tim Burton. “Para mí eran dos artistas, dos creativos que me ofrecían un mundo real y verdadero. Burton me daba este mundo oscuro y Pedro su experiencia. Y entonces crecí con ellos, hubo depresiones y muchas cosas, en una de estas fue que surgió ‘Retorciendo amor’, me fui a París y ahí comencé a desarrollar este proyecto basado en García Márquez sobre que los seres humanos tiene tres vidas: la pública, la privada y la secreta”.
Resalta que lo que ella hizo fue tomar la parte secreta, mezcló el sexo y entonces se creó un universo sexual. “‘Retorciendo amor’ se basa justo en ese punto que tú no haces ni siquiera con tu pareja, ni contigo solo porque sientes que es pecado y que está mal. Entonces, las personas (que participan en sus clips) toman su maletita, se encierran en su cuarto, o rentan una habitación de hotel y ahí se transforman, se desarrollan muchos fetiches, filias, perversiones y demás cosas que para la gente están mal, pero que para mí son algo hermoso”.