Por fin nuestra comunidad LGBT+ pudimos ver a Rihanna en acción después de varios años de espera, luego de que la cantante se haya alejado de los escenarios para dedicarse de lleno al mundo de la moda en su faceta empresarial.
La barbadense retornó a la música este domingo al protagonizar el Halftime Show del Super Bowl LVII desde el State Farm Stadium de Arizona, donde Kansas City venció a Philadelphia. Rihanna lució un jumpsuit de Loewe por Jonathan Anderson con top de textura plastificada y una chamarra amplia de la firmada por Alaïa, todas las piezas en el mismo tono: rojo.
Ha trascendido que está embarazada de nueva cuenta, recientemente se convirtió en madre. Junto con su pareja, el rapero A$AP Rocky, dieron la bienvenida a su primer hijo en mayo de 2022. Inclusive el bebé enterneció a la audiencia cuando Rihanna compartió un Tik ToK de él jugando con su celular.
Su cuerpo de bailarines, el cual lució un atuendo similar al de Rihanna, pero en tono blanco, en realidad desarrolló toda la labor coreográfica, Rihanna se mostró contenida y estática en varios momentos, seguramente por su avanzado embarazo. Lo novedoso fue que eligió unas plataformas para elevarse en las alturas, lo que le dio mucho poderío y fuerza a la apuesta visual y escenográfica. Aunque se esperaba, Rihanna no tuvo invitados musicales.
El espectáculo desarrolló piezas musicales como “Bitch Better Have My Money”, “Only Girl” y “We Found Love”. Otros temas que también estaban en el repertorio, fueron “Rude Boy”, “Work” y “Pour It Up”, al finalizar esta canción, uno de los bailarines, le acercó maquillaje de su marca de cosméticos para “retocarse” el rostro. Luego, hacia el acto final, Rihanna se elevó por los aires, cerrando su participación con “Umbrella” y “Diamonds”.