La cineasta ganadora del Oscar, Emerald Fennell nos sorprende de nuevo, ahora con su película excitante, perversa y sexy: “Saltburn”, mismos adjetivos que le van perfecto a “Hermosa Venganza”, su anterior filme donde Carey Mulligan es la protagonista. Pero ahora es Barry Keoghan quien dicta esta historia a través de su personaje “Oliver Quick”, un joven que a simple vista es ordinario, pero que como “Cassie” (Mulligan) son personalidades que bajo el perfil común, son magnéticas, perturbadoras, sensuales y pervertidas.
Estamos acostumbrados a que los seres malévolos siempre obtengan su merecido, pero no siempre es así, hay quienes trabajan muy bien sus tácticas para sobrevivir a un mundo apabullante, como sucede en “Saltburn”. Si no naciste en cuna de oro, pero quieres ser parte del sistema, siempre hay formas de lograr tu cometido por poco ortodoxas que sean.
Barry Keoghan es una gran revelación en este filme, por fin le dan un protagónico y con un personaje hecho a la medida donde podemos verlo desarrollar sus dotes actorales a plenitud. Es un villano adorable con el que empatizas de inmediato, quieres ser su amigo, incluso deseas lo que está viviendo y celebras cómo obtiene lo que quiere, así como sufres con él cuando se encuentra en el momento más vulnerable de su vida.
Y es que todos, absolutamente todos, hemos tenido pensamientos y deseos retorcidos, más de alguno los habrá llevado a cabo, pero a través de “Oliver”, su personaje, todos encontramos una especie de catarsis ante nuestros perversos pensamientos. Ahora, cada vez que escuchemos “Murder on the Dancefloor” llegará a nuestra mente el delicioso baile de Barry Keoghan mostrando sus grandes atributos.
Me encanta además que sea una cinta sin complejos donde se experimente el deseo homoerótico sin que tenga que volverse un filme de nicho LGBT, aunque también pasará a ser una película de culto del cine diverso. Barry Keoghan nos demuestra que además de buen actor también puede ser un símbolo sexual y ni hablar de Jacob Elordi que solo de pensar en él, nuestra mente vuela. Además esa escena escatológica y vampírica es una de las mejores que tiene el filme.
La directora también refleja muy bien a las lenguas viperinas, las cuales las tenemos todos, nos encanta enterarnos de la vida de los demás y ser jueces y parte de cómo toman sus decisiones. Los privilegiados, sobre todo, sienten de manera profunda y real esa autoridad de sentirse perfectos y ver a los demás como objetos a conveniencia en sus pequeñas burbujas opulentas.
El elenco de “Saltburn” se complementa con la magistral Rosamund Pike, quien una vez más da cátedra de excelente actriz como la matriarca de una familia noble que ama la perfección, la belleza y la estética y que se apasiona de la trágica vida de los demás, así también destacan las participaciones de Richard E. Grant, Alison Oliver, Archie Madekwe y Carey Mulligan, la musa de Emerald.
SINOPSIS
“Saltburn” es una bella y perversa historia de privilegios y deseos. Mientras lucha por encontrar su lugar en la Universidad de Oxford, el estudiante “Oliver Quick” (Barry Keoghan) se ve arrastrado al mundo del encantador y aristocrático “Félix Catton” (Jacob Elordi), quien lo invita a “Saltburn”, la extensa propiedad de su excéntrica familia, para pasar un verano inolvidable.
