Cuando comenzaron los primeros minutos de “El Planeta de los Simios: La Guerra”, mis expectativas subieron tan rápido como después se agotaron. El filme dirigido por Matt Reeves tiene un inicio álgido y hasta simbólico, de capturar la esencia de la sobrevivencia con un aire hasta poético, sin embargo, la trama al paso de los minutos se vuelve tediosa y deja de ser una cinta vertiginosa para convertirse en un cuento de Disney.
Y no, no se trata de decir que no la veas, la verdad tiene un mérito muy importante, todo lo relevante recae en “César” (Andy Serkis) –el personaje principal– el actor le brinda a la cinta toda la emotividad posible, pero al mismo tiempo y como ironía, el personaje se vuelve un mártir, ya lo había comentado en un tuit, es como una “María la del barrio”, todo le pasa, casi que le tenemos que poner un altar, dejan a un lado su sentimiento revolucionario para colocarlo en un halo de mártir.
Cuando a un personaje lo empoderas tanto, es imperdonable que después lo lleves al ras del suelo sin que haya un motor esencial de por medio para hacerlo. Llegué a un punto en el que como espectador, lejos de compadecerme o sentir empatía, pensaba que sería mejor que lo eliminaran y mejor se acabara la cinta con el final feliz que se preveía desde pasada la primera hora de la película.
Sin embargo, es un gran mérito para el actor Andy Serkis, que pese a todo y que su director lo elevó y lo pisó al mismo tiempo, él tuvo el temple para dar lo mejor de su personaje. La cinta tiene referencias a la Segunda Guerra Mundial, a los campos de concentración, a la indolencia y al desaliento, pero no logra mantener el interés, al menos el mío.
La franquicia había tenido mejores entregas, y esta tercera se quedó en la poca creatividad para abusar del sentimiento y así cumplir, si es que hay otra película ojalá tomen en cuenta que la acción es muy importante para este tipo de cintas y que la adrenalina es necesaria en dosis especificas durante toda la trama y no casi para culminar.
Los efectos especiales y el CGI son muy bien valorados, la técnica de los actores que hacen los movimientos de los simios y sus posturas y gestos es de lo más atractivo que tiene, yo vi los avances cuando todavía no estaba editada la cinta y se nota todo el esfuerzo que hay detrás para sacar una película a flote como esta, pero con verla una vez me basta.
- Fotografía de 20th Century FOX
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