SARAO: La tragicomedia Baladí

La siguiente historia forma parte de la convocatoria #Sarao2020 convocada por Robsmx en alianza con Codise AC, Guadalajara Pride, Puro Mole y Rosa Distrito. El objetivo de la convocatoria es impulsar la escritura de historias LGBTIQ+ del país. Como resultado se creó un libro digital con 17 historias que puedes descargar gratuitamente en www.librosarao.com. Con el objetivo de seguir dando visibilidad a las historias que recibimos, las estaremos publicando semanalmente para que las puedan disfrutar tanto como nosotros. ¡Disfruta esta historia y compártela con el hashtag #Sarao2020!

La tragicomedia Baladí
Por: Iván Cetzal

Hoy comienza una nueva etapa, o eso parece pintar después de un año y tres meses de una complicada relación ¿Cómo empezó todo? De antemano te informo que los dos somos indígenas mayas, el amor homosexual en nuestras comunidades de origen es muy complicado de expresar públicamente sin causar el revuelo de la gente, como dice el dicho: pueblo chico e infierno grande, eso, sumado los factores clásicos culturales del machismo y aunado a la falta de acceso a la educación resulta en un atraso evidente en materia de derechos humanos, y ya ni hablemos del reconocimiento a la diversidad sexual.

Nuestras comunidades hoy en día son nichos que evocan el pasado y tradicionalismo por doquier, donde a pesar del progresismo del Estado Mexicano, eso aquí no llega, como muchas otras cosas más, que se nos pierden en el camino, aunque eso sí, los bugas son de moral extraviada y practican sexo con otros hombres, aunque eso no los haga gais por no tener la capacidad de entablar relaciones afectivas con otros hombres.

A finales de enero de 2019, le envié un tap; ¡tranquilo lector! Sí, sí tenemos teléfonos inteligentes, aunque el servicio de internet sea un fiasco en general y la señal telefónica falle y sea caótica, aun así, él vio mi tap y me respondió con un hola, de mi manía de enviar taps a diestra y siniestra en Grindr, me llegó su mensaje, estaba habituado a tratar con perfiles oscuros y sin datos, de calienta huevos pajeros y de conversaciones al grano, que no revisé su perfil.

La dinámica del ligue en tiempos de Grindr por aquí es muy particular, mientras en la ciudad los chicos que te muestra a la redonda son de un máximo de hasta 5 kilómetros debido a la alta cantidad de usuarios, aquí somos pocos los logueados en mi chan pueblito, y como decía, en su mayoría perfiles grises, eso sí, a veces puedes ver usuarios de hasta 199 kilómetros que viven en la capital, pero él respondió mi hola desde 80 kilómetros de donde estoy, chateamos y dejé que fluyera la plática y se volvió más interesante el asunto mientras conversábamos amenamente, al finalizar esa primera conversación, sino mal recuerdo fue que husmeé en su perfil y me fijé en los detalles, tenía su cuenta de Instagram vinculada y una foto de perfil en blanco y negro, ni tarde ni perezoso entré a Instagram y lo vi, tenía una foto con una sudadera roja que le sienta bien hasta la fecha, quedé fascinado de él, y aunque no me quieras creer apreciable lector, no hablamos de sexo, sino de nuestros intereses y gustos, resultó que teníamos cosas y conocidos en común, ¿y quién no? Si en nuestros pueblos no es que haya mucho que hacer, y así fue como acordamos salir un 16 de febrero, mudamos nuestra conversación a WhatsApp y comenzamos a hablar más.

Resulta que el plan del 16 se canceló porque improvisamos conocernos un 4 de febrero, antes de lo previsto; venía en la carretera a la altura de Playa camino a su encuentro, cuando recibí la primera foto que él me mandaba de sí mismo, esa tarde él había estado en Bacalar y mostraba la particular sonrisa que me emboba.

Llegué al punto de encuentro en la noche: su lugar de origen. Quedamos de vernos en el parque de su pueblo, estaba yo sentado esperándole cuando arribó, traía un sombrero, esa fue nuestra señal de reconocimiento, caminamos, platicamos y terminamos fajando en el carro, pero, tuvimos que detenernos porque yo estaba de paso y la próxima van en la que viajaba iba de salida. El pasar de los días fue de mayor comunicación, nos vimos el 8, el día de nuestra primera vez, todo aconteció frente a su casa con dos cervezas, la favorita de cada quien, y un porro, todo fue en una hospedería donde él trabajaba por las noches, pasamos la noche juntos y me fui, no sin antes decirle que lo vería al siguiente día, regresé el 10 por la tarde, me invitó unas empanadas para almorzar y le di un pequeño presente, una serie de cervezas que conseguí en Belice y degustamos ya entrada la noche, hora en que comenzó la acción en esa cama que se convirtió en testigo del amor que nacía entre nosotros, pasamos toda la noche cogiendo y haciendo pausas entre pláticas, risas y anécdotas en compañía de la sagrada hierba y así nos dio el amanecer de lunes, me bañé, me despedí de él y me dirigí al sitio de vanes en búsqueda de mi destino, tenía que llegar a las 9.50 a.m a la universidad y lo logré.

El transcurso de los próximos días la comunicación fue más a menudo, quedamos en ir a acampar a la laguna el 16, ahí le pedí que fuéramos novios, estuvimos en el muelle a la luz de luna festejando nuestro nuevo noviazgo, todo iba pintando de maravilla, era nuestro fairytale, pero llegó la crisis muy pronto de lo esperado, mi error fue no saber cerrar ciclos y subscribir, en ese momento, una serie de compromisos sin estar en la capacidad de mantenerlos y/o cumplirlos, dos semanas nos duró la luna de miel hasta que llegaron los problemas a nuestra relación, afirmo que el precipitar una relación entre nosotros, la falta de trato, la diferencia de caracteres y que el comenzar a conocernos fue durante la relación de novios realmente nos comenzó a causar ciertos roces y problemas y es que en menos de dos semanas que ya éramos novios, muchos se sorprendieron que anduviéramos, teníamos gustos en común y conocidos pero de buenas a primeras no es fácil que otros entiendan como de la nada dos seres geográficamente separados y tan diferentes en carácter y pensamiento estaban juntos, lo que ellos no entienden es que los opuestos se atraen y no se repelen con facilidad, y es así como el amor en tiempos de Grindr no resultó fácil como lo es conseguir un polvo, sumemos otro factor: el tabú que encierra el conocer a alguien en una app down to fuck al decidir ser sinceros ante los otros en la forma en que nos conocimos nos trajo muchos cuestionamientos de tipo moral y sumamos más al qué dirán de nuestro pequeños pueblos y entornos.

Comenzamos los formalismos, sus papás se tomaron a bien la noticia de nuestro noviazgo, los míos no, hasta mis padres no aceptan mi orientación sexual por diversos motivos.

Lo nuestro, refiriéndome a nuestra relación, resultó demasiado complejo como cualquier otra relación, y para no hacer esto más dramático, en el periodo de la segunda ruptura alguien me increpó repentinamente diciéndome ¿qué signo zodiacal es él? ¡ja, ja, ja!, solté la carcajada porque no sabía la respuesta, resultó que después de investigar y dar con su signo el resultado fue que un acuario y un escorpio no hacen combinación, según refiere un sitio de internet:

“En términos de astrología, el agua y el aire no son compatibles porque son demasiado diferentes” y como balde de agua fría cayó todo delante de mí, cada página, cada foro, cada testimonio coincidía con nuestras vivencias como si hubiera sido predestinado, la historia de nuestra relación se reflejaba en aquella gente que relataba actitudes y vivencias y fue como de la incredulidad pasé a la realidad, sigo sin creer en la astrología, pero, en sus comentarios detecté áreas de oportunidad que comencé a trabajar y funcionaron, pero terminamos por segunda vez.

Terminamos tres veces, nos hemos dejado de hablar en periodos de un mes, el primero es entre diciembre – enero y el segundo entre abril – mayo, en plena contingencia de COVID-19, la primera y segunda vez terminamos de frente en el transcurso de una plática, la tercera fue por mensajes en Messenger y WhatsApp, pasaron cinco semanas desde que terminamos y tuvimos contacto nuevamente, esto es el periodo comprendido entre la tercera semana de abril y estos últimos días de mayo, durante estos días y por teléfono hemos viniendo arreglando nuestras diferencias, planeando cosas y perdonándonos, la comprensión y el amor, junto a la paciencia vienen recargados más que nunca, él y yo nos conocemos tan bien que ya sabemos qué actitudes nos agradan y nos desagradan, qué cosas si no son lícitas y cuáles no se debe porfiar.

El arreglar las cosas por teléfono, que es como hemos estado platicando en estos días no es algo esperado por ninguno de los dos, pero dadas las circunstancias no nos quedó de otra ya que no nos podíamos ver ni hablar de frente, ni tan seguido como lo hacíamos de antaño ni justo ahora por la situación de la pandemia, su comunidad fue aislada cerrando tres de los cuatro accesos disponibles, instalando un filtro sanitario a la entrada del único paso habilitado y las corridas de autobuses y vanes, así como cualquier otro medio de transporte público entre él y yo está cancelado ¿qué cómo lo sé? Aquí empezó la historia de nuestra reconciliación en tiempos de COVID-19, debido a que fui con un amigo a retirar dinero hasta allá donde él porque donde vivimos mi amigo y yo, se gastó el dinero del cajero, también aproveché para ver unas cajas de abejas meliponas, pero, a él no le avisé que iría, cruzar el filtro fue relativamente fácil, aunque eso no me exentó de ser cuestionado por los policías nuestro menester ahí, cruzamos y nos dirigimos a casa de su mamá de él, le llevé unas cosas que me dejó la última vez que nos vimos, estaba en el meliponario cuando recibí la llamada telefónica, me dijo que quería verme, le dije dónde estaba y llegó ese momento donde mi amigo estaba de más y él le pidió cinco minutos para hablar, lo que se tradujo en casi dos horas, después fuimos a comprar una agua al parque y nos quedamos a platicar un rato con sana distancia, y no por las apariencias sino porque en su comunidad los casos de COVID van al alza diariamente, mientras mi amigo esperaba por ahí haciéndose tonto, nosotros platicamos y acordamos salir nuevamente, al final #SusanaDistancia fue quebrantada porque me retiré el cubrebocas y lo besé, a lo que él no opuso resistencia, me despedí de él acordando que nos veríamos pronto, cuando esta situación se regulariza, pero, anteayer me timbró al móvil diciéndome que vendrá a visitarme el próximo lunes, so pretexto de venir a recoger la bicicleta que dejó la última vez que nos vimos y puesto que, esta cuarentena nos ha traído buenas cosas, al menos para redescubrirnos, para reintentarlo y afianzar lo nuestro con miras de construir algo sólido en un futuro.

Comparo mi relación con el SARS-CoV-2, así como el virus nació, se expandió y mutó, así es nuestro amor renaciendo transformándose y resistiendo a todos, genera un poco caos, pero somos una simbiosis perfecta y no una tormenta que desvela como lo es este virus mortal, eso sí, que en el camino caiga uno que otro homofóbico y todo aquello que se anteponga a nuestro amor, porque ahora más que nunca traemos una fuerza invencible y muchas ganas de esto, lo nuestro.

El peluna’ tiene un nombre y su apócope es Gian, es fotógrafo y un mexican twink hermoso, nadie es tan interesante y chido como él, por algo es camarada entre sus comp, que es como se dirigen entre su banda de amigos, puedo decir que todo esto ha valido la pena, el llegar a esta nueva oportunidad es símbolo de esperanza y estoy muy agradecido de su existencia porque su presencia ha sido gratificante en mi vida, además de ser él una persona maravillosa, él es fascinante, interesante y su óol es único. ¿Acaso esta será la nueva experiencia fantástica en la vida que ambos buscamos? Nadie conoce el futuro, más que el sempiterno padre celestial, así que hasta aquí es donde puedo contar de esta historia, continuará y eso lo sé con seguridad; pero ni tú lector, ni yo narrador, conocemos el desenlace de esta historia ¿o sí?…

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La Redacción

¡Sonríe, todo pasa, todo mejora! Equipo de redacción de Rosa Distrito.

RosaDistrito

En este blog Kike Esparza habla desde su experiencia, 12 años en el periodismo le han permitido adentrarse y disfrutar de tópicos como el cine, la música, la moda y la diversidad. Rosa Distrito es el espacio que disfrutamos todos.

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