La siguiente historia forma parte de la convocatoria #Sarao2020 convocada por Robsmx en alianza con Codise AC, Guadalajara Pride, Puro Mole y Rosa Distrito. El objetivo de la convocatoria es impulsar la escritura de historias LGBTIQ+ del país. Como resultado se creó un libro digital con 17 historias que puedes descargar gratuitamente en www.librosarao.com. Con el objetivo de seguir dando visibilidad a las historias que recibimos, las estaremos publicando semanalmente para que las puedan disfrutar tanto como nosotros. ¡Disfruta esta historia y compártela con el hashtag #Sarao2020!
Salir del closet
Por: Gabriela Vela
Mi experiencia saliendo del closet.
Según estadísticas las personas comenzamos a sentir atracción hacia alguien más entre los 14 y 16 años. A esta edad mi prioridad era sacar buenas calificaciones y adaptarme en la sociedad de la mejor manera posible. No quiero decir que yo fuera la niña perfecta, pero en cierto modo para mis papas lo era pues no tenían que preocuparse porque yo tuviera un novio o algo similar, cada vez que alguien preguntaba si tenía novio yo no ocultaba mi desinterés en tener una relación con alguien y recalcaba que lo único que me importaba era estudiar y ser exitosa en el futuro.
Todas las noches me imaginaba el día en que por fin me enamorara de alguien, sería perfecto. Siempre me imaginaba al niño más guapo de la prepa y creaba una historia en mi cabeza como en una típica comedia romántica. Sin embargo, en la vida real cuando hablaba con un cualquier niño que tuviera algún interés en mí por más guapo que estuviera solo pensaba en lo aburrida que era la conversación e inventaba cualquier excusa para salir de ella para regresar con mis amigas. Jamás entendí porque mis amigas hacían tanto drama por un niño, es decir si te quiere que bueno y si no pues muchas gracias y siguiente ¿no? Siempre creí que, aunque soñaba con encontrar a alguien todos los días, en la vida real yo era la persona más fría y distante con respecto al amor.
¿Sabías que el 81% de personas que estudian ingeniería son hombres? Pues yo a mis 17 años investigué sobre este tema antes de elegir mi carrera universitaria. Fue esta una de las razones por las que elegí estudiar ingeniería Industrial ya que claramente saldría de mi zona de confort que era siempre tener puras amigas y obviamente alguien de ese 81% me tendría que gustar y por fin podría tener esa relación que llevaba soñando toda mi vida. Lamentablemente mi plan no funcionó, cuando entre me hice amiga de las otras seis niñas que había en mi salón y la verdad es que mi interés por salir con un niño era mínimo.
Empecé a cuestionarme si tal vez mi “suerte” en el amor era porque no estaba viendo al lado correcto o en este caso al género correcto, sentía atracción por los niños pero nada más y la idea me empezó a dar vueltas todos los días, buscaba información en YouTube acerca de personas que estuvieran pasando por lo mismo que yo y después borraba mi historial, hacia test para saber mi orientación sexual y siempre los llenaba de tal manera que me aparecía la respuesta que yo quería ver (heterosexual).
No podía hablar de esto con nadie pues en realidad no conocía a ninguna niña que le gustaran las niñas y con la cual yo me sintiera identificada porque gracias a los estereotipos por mi forma de ser, de vestir y de actuar yo no encajaba en la etiqueta de ser gay, tampoco quería contárselo a mis amigas que vienen de colegios y que actualmente estudian en una Universidad católica, sentía que el mundo estaba en mi contra. Todo esto me causó ansiedad y depresión por lo que mi vida diaria se vio afectada, sentía que ya no encajaba, deje de salir con mis amigas, mi promedio bajo y todo empezó a ser un caos. Un día me sentí tan asfixiada y cansada del tema que tomé la decisión de en 3er semestre darle pausa a mi carrera e irme por un año a estados unidos como au pair (niñera) pues es un país liberal y seguramente ahí encontraría respuestas.
Salir de tu zona de confort puede ser tan difícil que incluso cuando piensas que estás afuera vuelves a caer dentro. En mi caso me fui de mi país, estuve con una familia que no conocía, cuidando a sus hijos, hice amigos de muchos países, viaje, aprendí y sin embargo al final de mi viaje seguía sin respuestas acerca de mis preferencias sexuales porque internamente tenía miedo de enfrentar mi realidad.
A mi regreso me fue muy fácil evadir el tema porque tenía cosas más “importantes” en que pensar como subir mi promedio, adaptarme de nuevo a mi familia, hacer nuevos amigos y porque no estudiar un nuevo idioma.
Un día decidí ir a un retiro para puras niñas de ingeniería que organiza la universidad cada año, vi esto como una oportunidad de ver a mis amigas que ya estaban un año arriba y conocer más a las de mi nueva generación. En esta convivencia conocí a alguien que me llamó demasiado la atención, pero decidí ignorarlo además de que ella estaba en otra carrera así que no tendría por qué cruzarme con ella en la universidad. Una semana después de esto, en mi primer día de clase de alemán vi que ella también estaba. La clase era de lunes a viernes así que para mi suerte o desgracia la tenía que ver y lo peor de todo es que nos volvimos amigas muy rápido.
Un semestre después ella se fue de intercambio por un año así que decidí reprimir lo que sentía y seguir con mi vida durante ese tiempo. Durante ese año yo me volví amiga de muchas de las personas que también eran sus amigos así que cuando volvió me invitaron a su fiesta de bienvenida. El día de su bienvenida solo la pude saludar porque mis nervios no me dejaban mantener una conversación con ella. Cuando decidí irme de la fiesta no deje de llorar durante todo el camino a mi casa pensando en lo que sentía por ella, que por más que me meta a una carrera, me cambie de país, ignore y reprima mis pensamientos, estos siempre van a salir a flote en el momento menos esperado y fue ese día que decidí que ya no podía seguir ocultando quien realmente soy, debía aprender a amar cada parte de mí.
Dicen que nunca dejas de conocer a alguien, yo creo que nunca dejamos de conocernos a nosotros mismos. Somos personas en constante cambio, aprendes algo nuevo, cambias tus puntos de vista, te cuestionas nuevas cosas, tienes nuevas experiencias, aprendes de ellas y eso es lo bonito de la vida.
Durante toda mi vida en el fondo supe que me gustaban las niñas, pero el miedo que tenía al pensar que la gente a mi alrededor no lo entendería o no lo aceptaría y terminaría sola siempre hacía que reprimiera mis pensamientos y sentimientos sobre el tema. En el momento que me decidí a enfrentarlo y a contarlo a mis amigos más cercanos me di cuenta de que todos me querían por quien soy, no por mis preferencias sexuales. Todos esos problemas que yo me creaba en la cabeza eran solo eso, pensamientos en mi cabeza.
En este proceso de descubrimiento aprendí que, aunque yo no me consideraba una persona homofóbica, estaba experimentado la homofobia hacia mi misma al no dejarme sentir y conocer lo que realmente es el amor hacia otra persona. Es increíble cómo no te das cuenta de los perjuicios que la sociedad te hace aprender hasta que te pasa a ti, hasta que eres tú o un ser querido quien tiene que lidiar con ellos.
En marzo de este año ocurrió algo que nadie se esperaba, una pandemia y esto nos obligó a quedarnos en casa, a convivir con nuestra familia más de lo que estábamos acostumbrados. Para este momento yo no le había dicho nada de mis preferencias a mis padres y esto tuvo una repercusión muy grande en como yo me relacionaba con ellos.
El estar en casa todos los días con ellos hizo que se acentuara más el problema, deje de hablar con ellos, los evitaba la mayoría del tiempo, me encerraba en mi cuarto y de alguna u otra manera no los trataba de la mejor manera. Porque si ellos me han dado tanto yo los trato así. Mi hermana viendo la situación habló conmigo y me hizo ver que esto era por el hecho que yo no era completamente honesta con ellos, que yo todavía no sabía cuál sería su reacción si supieran mis preferencias sexuales y ya los estaba castigando por la reacción que yo creía que ellos tendrían.
La segunda semana de cuarentena mi papa me invito a tomar con él en nuestro jardín y empezamos a platicar de muchas cosas, hasta que llegamos al tema LGBT+ y ellos me dieron su punto de opinión, es decir, que los respetan pero que no estaban de acuerdo, que no es natural y todo ese tipo de situaciones. A lo que yo respondí que eso los hacia homofóbicos y que no estaba bien que juzgaran a alguien por el simple hecho de que quieren a una persona de su mismo sexo, que el amor es un sentimiento hermoso que no se controla, ni se elige. Les explique porque creía que no era justo que en algunos lugares todavía no fuera legal el matrimonio y la adopción homosexual.
Llegó un punto en la conversación que mi Papá me preguntó ¿Por qué los defiendes tanto? A lo que yo conteste que era porque yo tenía amigos LGBT+ y que algunos seguían en el closet por miedo a todos estos prejuicios que tiene la sociedad. Mi papá me interrumpió y me preguntó directamente ¿A ti te gustan las niñas? Me quedé helada, no sabia que decir. Pasó un rato hasta que decidí que no tenía caso ocultarlo. Les dije como realmente me sentía, siento atracción por los hombres, pero no pasa de ser solo atracción, mientras que con las mujeres iba más allá de solo atracción física.
Les conté sobre la primera niña de la que me enamoré y recuerdo voltear a ver a mi Mamá, tenía una expresión facial que nunca había visto, ¿decepción? ¿tristeza? Un poco de ambas, ella me dijo que era tristeza por pensar que yo pase por todo eso sola, que ella haría lo posible por ayudarme a conocer quién soy, que me llevaría con un psicólogo para que me ayude a descifrar esta parte de mí y que no me dejaría sola sin importar a quien yo decidiera querer. Mi papá me dijo que lo que acababa de decirles era un gran golpe para ellos, pero que eran ellos los que tenían que lidiar con esto a su manera porque lo único que ellos querían era que yo encontrara la felicidad, sin importar con quien. Se que a mis papas les tomará tiempo aceptar quien soy y a quien quiero, así como a mí me costó mucho tiempo aceptarme, pero al final siempre estarán cuando los necesite.
Después de esa noche no hemos vuelto a tocar el tema, sin embargo, me siento mucho más liberada porque se que pase lo que pase tendré a mis papas siempre. Se que fui afortunada al obtener esta respuesta de su parte y que muchos no reaccionan de la misma manera. Para todas esas personas que tienen miedo de salir del closet, solo quiero decir que toda mejora, que la vida solo es una y que, si no buscas tu felicidad, nadie más lo hará por ti.
Todo lo que he pasado estos últimos años de descubrimiento interno me han hecho una persona más fuerte y consciente de quién soy. Sé que me falta gente por conocer, experiencias por vivir, lágrimas, risas, aprendizajes que la madurez te da y sobre todo muchos errores que cometer para poder llegar a la felicidad, pero por fin puedo hacer todo esto siendo yo.
“Se quién eres y di lo que sientes, porque a aquellos que les molesta no importan, y a aquellos que les importas, no les molesta” Dr. Seuss
