Pixar nos vuelve a regalar una historia memorable, se llama “Unidos”, una trama que humaniza a los seres mitológicos, dándoles las características sociales con las que nos desarrollamos todos, pero cuyo mensaje nos enternece el corazón, porque a veces añoramos tanto a alguien o algo que no nos damos cuenta que eso que estábamos buscando estaba en nuestras narices, pero que nos era imperceptible porque habíamos idealizado el entorno o la situación.
“Barley” (Chris Pratt) e “Ian” (Tom Holland), son dos hermanos elfos que perdieron a su padre cuando eran niños, solo “Barley” tiene vagos recuerdos de él porque cuando murió “Ian” aún no nacía. Si bien los dos crecieron con el gran amor de su madre “Laure” (Julia Louis-Dreyfus), para “Ian” que recién cumplió los 16, ha sido más complicado saber que no pudo conocer a su papá.
Sin embargo, una esperanza se asoma, antes de morir, su padre les dejó un obsequio a los dos hermanos, un báculo que tiene magia y que les da la posibilidad de verlo por 24 horas, el hechizo solo permite que su padre aparezca de los pies a la cintura, así que ambos comenzarán una aventura que los guie a averiguar la pista para poder reencontrarse con el hombre que tanto quieren.
Tanto Chris Pratt como Tom Holland están esplendidos en el doblaje, le dan mucha frescura a los personajes, el casting fue muy bien dirigido porque las personalidades de ambos embonan perfectamente con los personajes centrales.
Esta cinta desarrolla el amor de hermanos, ese que está latente, pero que a veces no fomentamos, no lo trabajamos y dejamos que las relaciones fraternas se vayan enfriando, aunque que “Barley” e “Ian” han vivido juntos toda la vida, no se conocen lo suficiente y esta aventura los hará redescubrirse, preparen sus pañuelos porque las lágrimas van a estar a la orden del día.
Además, me resulta interesante como los roles femeninos tienen mucho que decir en esta película, partiendo por la madre de ambos, una mujer con mucha ternura, pero también con mucha fuerza para defender a sus cachorros. Se encontrará con “La Mantícora” (Octavia Spencer)una mitológica guardiana que renunció a ser ella misma para llevar una vida socialmente “normal” y justo el hecho de que estos niños vayan en busca de su padre, la hará replantearse quién es ella en realidad. Además, aparece una policía abiertamente gay, son apenas unos minutos, pero vale la pena que las películas tomen con naturalidad que la diversidad es parte de nuestra humanidad.
Qué bien que Disney y Pixar regresen a las historias inéditas y frescas que además, nos hacen identificarnos con las situaciones, de ahí parte la magia, que dibujan personajes y tramas que aunque se desarrollan en la ficción y la fantasía, toman los contextos de la realidad en la que nos desenvolvemos. Mi corazón se llenó de alegría y de ternura cuando vi la película, les va a encantar, porque además es muy divertida.