Los creadores de “La casa de papel”, Álex Pina y Esther Martínez Lobato finalmente han estrenado su pulp latino, “Sky rojo”, historia en la que confluye la acción en una vertiginosa audacia visual muy al estilo de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, donde la fotografía y la ambientación también son personajes protagonistas, pues hay que decir que el glamour está imperante aunque se vivan situaciones al límite.
De una sentada me terminé la primera temporada de ocho episodios –son cortos y concisos, como me gustan–. Y es que no puedes parar porque desde el primer minuto están sucediendo cosas; la adrenalina es un elemento primordial que experimentas como espectador. Siempre he dicho que cuando el primer episodio te engancha es porque se asoma algo interesante.
Además, el reparto es único, en América Latina conocemos perfectamente a Lali, quien es una diosa en cada capítulo de la serie, construye un gran personaje que además es aliado de la diversidad sexual, pero también Miguel Ángel Silvestres es muy reconocido en México, ese hombre irradia tal sensualidad que aunque sea un maldito, te lo quieres comer.
Por otro lado está Yany Prado, quien deja de lado los melodramas para ofrecernos una gran trabajo actoral en este proyecto, a Asier Etxeandia lo habíamos visto en “Dolor y gloria” de Pedro Almodóvar, y los rostros que nos resultan más nuevos son el de la protagonista Verónica Sánchez y el de Enric Auquer. Los seis actores están espectaculares en este thriller de acción que juega un poco a la dinámica del “Coyote” y el “Correcaminos”, o la paradoja del “gato y el ratón”.
Todo sucede en cuestión de horas, desde que “Coral” (Verónica), “Wendy” (Lali) y “Gina” (Yany) tienen que huir del prostíbulo en el que trabajan ya que se ven inmersas en un incidente con su proxeneta “Romeo” (Asier), pues sus vidas corren peligro. Ahora “Moisés” (Miguel Ángel) y “Christian” (Enric), los sicarios de “Romeo”, que además son hermanos y lidian con una madre enferma, tendrán que buscarlas y llevarlas con vida para que él se vengue de ellas.
En cuanto al guion se refiere, este queda en segundo plano con respecto a la magia visual que ocurre en la historia, hay momento que no están bien definidos y aunque se aboga por el feminismo dibujando a mujeres fuertes, decididas y bravías, el contexto machista en general de la historia coarta un poco al empoderamiento que se espera de ellas.
Los ocho episodios constituyen la primera parte de una historia que ojalá delimite sus fallos a nivel argumental en la segunda entrega donde quedan inconclusas algunas situaciones y donde tiene que existir un momento crucial donde las tres heroínas de “Sky rojo” tengan la revancha que merecen sin que se romantice su relación con estos padrotes que merecen arder en leña.
El humor negro que tiene la trama refuerza la intensidad con la que fue desarrollado este proyecto que seguramente tendrá un buen recibimiento por parte del público.
