Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero hay excepciones a la regla, la nueva aventura de “Ralph, El Demoledor” y su amiga de aventuras “Vanellope” –“Wifi Ralph”– supera y por mucho a la primera parte, empezando con que ya no está la voz de “La Chilindrina”, lo que vuelve a esta niña de “Sugar Rush” más empática con la audiencia y no chillona e insufrible como nos la presentaron en el 2012 al menos en América Latina.
En esta ocasión hay un claro cambio de enfoque, la cinta tiene muchos puntos de vista bien desarrollados sobre el valor de la amistad, el empoderamiento de la mujer y cómo estrechamos lazos a través de las plataformas digitales, hay un clara crítica sobre cómo nos compartamos en redes sociales, por ejemplo, Twitter y la ola de haters que sacan a relucir sus frustraciones en mensajes instantáneos para cualquier cosa positiva o negativa que se vuelva tendencia en el mundo.
La película dirigida y escrita por Phil Johnston y Rich Moore, tiene a otros tres guionistas que redondean de la mejor manera a la historia: Jim Reardon, Pamela Ribon y Josie Trinidad, se nota la intención de hacer un filme divertido, pero también con un mensaje muy claro del cómo hoy día funcionamos como sociedad, hoy todo definimos por likes, comentarios, videos virales y contenidos inmediatos.
En esta nueva aventura, “Ralph” y “Vanellope” tienen que adquirir un volante de repuesto para salvar “Sugar Rush”, el videojuego al que pertenece ella, y si no lo compran, el propietario tendrá que desconectar la máquina. Y en la aventura de viajar por el internet para dar con él, “Vanellope” comenzará a cuestionarse en realidad que es lo que desea en la vida, cuál es su sueño, su razón de existir, y eso no tendrá tan contento a “Ralph” porque sentirá que la pierde.
Es interesante como los personajes nuevos que llegan a la película, son mujeres audaces, aguerridas, buenas negociadoras y fashionistas, así mismo la aparición de las princesas de Disney que son la cereza del pastel de esta nueva entrega.
No hay momento de la cinta donde el público no se ría o se lleve un buen mensaje, vale mucho la pena ver esta segunda parte, se le saca mucho provecho a las marcas que dominan el mundo del internet, son vistosas, y hay ciertos elementos de ellas que les funcionan como medida de sobrevivencia a los protagonistas, además hay muchos cameos, ¡se van a enamorar de la película!