La música puede ser bailable, emotiva y con mensajes contundentes, así como la ha venido desarrollando Ximbo, una cantautora con 20 años de experiencia en el universo del rap, el hip-hop y los sonidos de la calle que tienen ese sentimiento de lucha y activismo. Conversamos con ella acerca de “Mar abierto”, su reciente sencillo y de la manera en la que construye e impulsa su sonido, además está desarrollando lo que será su nueva producción discográfica.
“‘Mar abierto’ no es parte del disco, pero tiene mucho que ver, digamos que es un remanente de unas de las instrumentales que me mandaron para hacer este nuevo material y que yo había dejado fuera, porque este proyecto será de cuatro canciones, así que se me quedó muy cerquita, nos gustó mucho y decidimos sacarla como un previo de lo que será el nuevo disco”.
Señala Ximbo que la respuesta con este sencillo que está disponible en plataformas digitales ha sido muy buena. “Tenía mucho tiempo que yo no hacía un trabajo así, como de la manera más clásica en la que se hace el hip-hop. Yo soy muy curiosa y me gusta experimentar y he trabajado ya muchos años con hip-hop con instrumentos y con muchos músicos porque me gusta, pero ciertamente no es la manera más clásica de hacerlo, y este trabajo con Justiniani es un poco el regreso y en noviembre ya viene el EP”. Resalta que el proyecto es desarrollado por Nugget Records, ya están en proceso de arte y de realización de videos.
Explica que el EP nuevo será bastante reflexivo. “Yo siempre he hecho música que tiene que ver con temas sociales y políticos, no de manera panfletaria, lo toco de diversas maneras, pero en el fondo siempre hay un poco de eso, y en este material no es que lo deje de lado, pero sí me doy chance de hablar desde la introspección, de cosas un poco más íntimas, no es que esté contando historias literales de lo que me ha pasado a mí, pero sí de sentimientos. Hay una rola que habla de cuando te la juegas, de cuando estás con ese nervio de decir, ‘lo hago o no lo hago’. Hay otra muy linda que le dedico en parte a mi hija y en parte a otras mujeres, cuando a veces nos sentimos inseguras por alguna u otra cosa”.
En cuanto a los sonidos, dice que las instrumentales de Justiniania tienen muchos sampleos, pero para el EP trabajó también con el músico y tecladista Daniel Espinoza. Sobre la evolución del género del hip-hop, dice Ximbo que los cambios han sido muchos.
“No me consideraría una persona purista, aunque me encanta el hecho de que el hip-hop viene con una responsabilidad social de algún modo, en teoría, aunque los medios masivos de comunicación no hayan querido difundir esa que es su esencia. Ahora con su evolución al trap y sus medios hermanos del reggaetón, se ha perdido un poco y a mí los ritmos me encantan, pero me pone un poco triste que de repente las letras me dejen con ganas de oír un poco más de profundidad y no es que todo tenga que ver con el súper viaje y la política, tampoco a fuerza tiene que ser así, pero de pronto sí siento que se habla de cosas efímeras, vacías y hasta misóginas y eso no me late tanto”.
Sin embargo, artistas como Ximbo le dan otra cara a estos sonidos, ella también está interesada en experimentar con estilos como el dance hall, o el trap. En cuanto a las mujeres en la escena y la música en general ha sucedido que los hombres dominaban los lugares, pero esto ha ido cambiando.
“Ha habido una enorme diferencia de cuando yo empecé y ahora. Antes habíamos muy pocas y empoderarnos nos costó muchísimo trabajo, sí navegamos absolutamente en contra de la corriente y con muy poco apoyo y sororidad. Casi todas las que empezábamos a rapear estábamos rodeadas de hombres que nos animaban a la competencia con otras mujeres… nos acompañaban este tipo de discursos tan feos”.
Confiesa que la naturaleza femenina tiene el principio de colaborar, ayudar y co-crear, pero no de competir. “Ahora el feminismo ha hecho una labor importantísima en la sociedad y en la música y veo que se refleja mucho en la cantidad de mujeres que están rapeando, los mensajes que traen y la sororidad que hay entre ellas por lo menos en México y Latinoamérica”.
Cuando las mujeres abordan estos estilos le dan un matiz completamente distinto. “El rap es un género donde al principio tienes que romper muchas barreras para sacar la voz y quitarte inhibiciones y eso funciona en un inicio como un poco agresivo y duro, pero después atreverte a explorar eso en una onda más femenina es toda una prueba, que pocos hombres veo que están atreviéndose a hacer, me encantaría que lo hicieran y justo las mujeres lo estamos realizando”, finaliza.
